Adolf Wölfi

Adolf Wölfi
Pintura perteneciente a Adolf Wölfi

lunes, 5 de octubre de 2015

Album de Familia de Renate Dorrestein

Z/N
Unidad Académica de Letras

De la mano de la escritora Renate Dorrestein nace la novela Álbum de familia. Traducida a diversas lenguas, ha logrado posicionar a su autora en algunas de las casas editoriales más prestigiosas del mundo, y ha ganado el reconocimiento de los críticos por tan singular trama y  estructura.

Nacida en Ámsterdam en 1954 (tal vez sea por ello que a lo largo de todo el libro se pueden percibir los ambientes cálidos y familiares) logra dibujar hermosos pasajes inmersos en las profundidades de la infancia, sus imágenes cuentan con la inocencia necesaria para hacernos recordar e identificar los sentimientos de la protagonista con los propios. La digresión es aprovechada de una forma magistral para sumergirnos en el tormento del pasado.

Álbum de familia, a modo de anécdota, nos cuenta la macabra historia ocurrida en la niñez de Ellen.  La novela se divide en dos partes y cada una de éstas en tres secciones que corresponden a un recuerdo contenido en una fotografía del álbum familiar.

La historia tiene una estructura diferente a la convencional: en primer plano se nos presenta un hecho -desconocido para nosotros- que ocurre en la infancia de Ellen, su vida se trastoca a raíz de esto para introducirla lentamente en un vórtice de negación y locura.

La narración comienza con el recuerdo del nacimiento de su hermana Ida, es aquí donde conocemos su familia, su casa, su vida; todo pareciera una bonita historia. El segundo capítulo rompe abruptamente, brinca al futuro, a la actual  Ellen, al caos de su vida cotidiana, la locura de sus días y el tormento de sus noches. Estocadas de la memoria son lanzadas al lector desprevenido,  reconstruyendo un pasado de accidentes. 

Dos son las principales herramientas usadas por Dorrestein:  la intriga, para mantener a los lectores expectantes de pistas al filo del renglón; y el álbum, pues es a través de sus fotografías se reconstruye el pasado, un mito de veinticinco años atrás que nos abre las puertas de su casa. 

La autora juega con la empatía de los lectores y su curiosidad, leer este libro es un deleite, página tras página es natural especular qué ocurrirá, pero al mismo tiempo es fácil dudar, pues no hay seguridad de querer descubrir qué hay detrás de Ellen.




Sobre las cuestiones raciales en El signo del gato de Ray Bradbury

Z/N
Unidad Académica de Letras

Muchas son las publicaciones del escritor norteamericano Ray Bradbury, a quien reconocemos principalmente por Fahrenheit 451; ensayos, novelas, artículos y diversos cuentos, publicados de manera individual o en  recopilaciones conforman su legado.

El signo del gato,  una interesante antología de cuentos que por casualidades de la vida cayó en mis manos para convertirse en uno de mis libros favoritos, reúne desde sus publicaciones más antiguas hasta las más recientes. El tratamiento de temas comunes y cotidianos que esconden oscuras verdades no se agota.

Como es costumbre para el maestro de ciencia ficción, en cada uno de sus relatos es posible percibir la crítica a la modernidad, al mundo contemporáneo, y a sus resultados desfavoables. Es a través de puntos comunes que Bradbury desarrolla historias hasta el extremo, al punto de llegar a ser fantásticas. En ellas muestra diferentes aspectos  de la cultura norteamericana, la acción del individuo contemporáneo. El pensamiento y la sensibilidad del hombre moderno se ven develados a través de diversos artilugios retóricos.

Una de las cosas que hace especial la  recopilación es el prólogo. Escrito por el mismo Bradbury, podemos así entrar en un diálogo sin fronteras donde es posible saber más sobre sus historias y las motivaciones para escribirlas. Celebra su vitalidad, se jacta de su capacidad para escribir e imaginar nuevos mundos, nuevos horizontes que hacen soñar al lector y, sobre todo, cuestionar la realidad.

Una de sus denuncias es contra el racismo, enfermedad agravada en su país, recurrente en su prosa. A lo largo de varios  cuentos podemos ver cómo este fenómeno repercute en diversos núcleos sociales. Su gran aporte es la visión que se liga profundamente a las memorias de una infancia en Illinois.  Crisálida y Trasformación evidencian los atropellos cometidos en relación a personas de color. El primero es presentado de una forma infantil, tierna, conmovedora: un pequeño de color quiere ser blanco y un pequeño blanco quiere ser de color; en el marco de esta ingenuidad, un personaje nos recuerda la crudeza de la realidad y la presencia de los malestares en la trama social. El segundo es  muchísimo más agresivo: son los personajes lo que nos presentan el fenómeno en su máxima expresión. Una historia de abuso sexual hace que las cosas salgan de control. Esto desencadena los aspectos más salvajes del espíritu humano, como la venganza y la crueldad.

Si algo expone Bradbury es el miedo al otro ¿Por qué el hombre no es capaz de aceptar lo diferente? ¿Acaso la uniformidad es más importante que el sentido común?